Sal y respira 

3 mn de lecturaAct. el 3/3/2025
Categorías:#Pensamientos
Un paisaje lleno de árboles y un cielo azul.

Esta reflexión nace de una pregunta simple que me ha acompañado durante estos últimos meses... ¿Cuál es el mejor regalo?

La presión del mundo moderno

Hoy vivimos en un mundo extremadamente competido. No es ningún misterio que cada vez es más difícil sobresalir. Las exigencias del día a día se han vuelto tan intensas que ya afectan la salud mental de millones de personas. En países como Japón, incluso existe un término para describir a quienes deciden aislarse por completo debido a la presión social: hikikomori.

El síndrome del cerebro quemado

Incluso recientemente estuve leyendo sobre el burnout o vulgarmente, síndrome del cerebro quemado, donde el desgaste profesional es tanto (físico, mental y emocional) que el cuerpo no es capaz de recuperar su homoestasis, dando como resultado estrés crónico.

Y muchas veces me pregunto: ¿realmente eso es vida?

La importancia de la pausa y la reflexión

Con el tiempo entendí que, cuando todo parece estancarse, ir mal, cuando algo resulta decepcionante, me ha funcionado detenerme a mirar dentro de mí, a cuestionar el rumbo, a respirar.

Suena sencillo, pero en un mundo donde se nos acostumbra a la inmediates, la auto explotación y estímulos constantes, es difícil, sobre todo al inicio.

La tecnología: fascinante pero peligrosa

Retomando un poco la inmediates y los estímulos, desde mi experiencia como desarrollador, me parece sorprendente lo que la tecnología nos permite lograr hoy: modelos de lenguaje capaces de generar texto con coherencia, visión por computadora que interpreta el entorno, automatización, algoritmos, innovación constante. Todo eso me fascina.

La trampa de la productividad

Pero también he notado que la productividad, el estudio, esa obsesión por ser mejor puede convertirse en una trampa. El trabajo, las notificaciones y la constante búsqueda de “más” pueden jugar en nuestra contra.

Hacia una vida más simple

Por lo anterior, cada vez más, ideas como low tech, high life me llaman la atención, una vida más simple, más consciente y menos dominada por pantallas. Incluso he visto a otros desarrolladores que son divulgadores de contenido hablar de lo mismo: ejercicio, familia, hobbies, desconectarse de internet.

Mi experiencia personal

Yo por mi parte, desactivé las notificaciones de mi smartwatch; ahora solo lo uso para monitorear mi sueño y el ejercicio, WhatsApp solo lo uso para el trabajo, amigos, familia y mi pareja y YouTube a veces lo empleo como herramienta de estudio.

El equilibrio perfecto

Con esto no quiero decir que la tecnología, el estudio o el trabajo sean malos. Al contrario: creo que son fuente de las expresiones más increíbles del intelecto humano. Pero también creo que nunca debemos dejar de lado lo que nos hace humanos. Porque ninguna herramienta, trabajo o pendiente, es más importante que nuestros seres queridos, nuestra salud mental, o ese momento de calma al salir, mirar el cielo y simplemente… respirar.

Reflexión final

Si estás leyendo esto, te invito a que te desconectes por un minuto y recuerdes lo que de verdad importa, ya que la vida es el mejor regalo.

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